PASIÓN POR EL PROSECCO

El éxito del Prosecco, tanto en el Mercado doméstico como en los mercados internacionales, esta muy ligado a las características organolépticas de la uva y a las cualidades que incorpora y refleja durante las distintas fases de consumo:

FRESCURA Y AROMAS AFRUTADOS: El Prosecco se presenta así mismo como un estilo fresco y simple, fácil de entender y disfrutar en la cata.

LIGERO: La versatilidad y ligereza de sus burbujas hacen del Prosecco el perfecto aperitivo así como acompañamiento durante cualquier celebración, para ser disfrutado en compañía de otros.

CONTEMPORANEIDAD Y ESTILO DE VIDA ITALIANO: Tanto su imagen como el estilo italiano son informales y cualitativamente nada elitistas ni snobs "El Prosecco es democrático".

El Prosecco puede tener distintas y particulares características dependiendo de la zona de producción de sus uvas, reflejando unas propiedades organolépticas y cromáticas muy específicas y particulares. Las famosas uvas producidas en la región Prosecco DOCG, donde se encuentran las uvas de mayor calidad, producen un Prosecco con una brillante tonalidad pajiza, una ligera y fina espuma con vivos aromas florales y predominantes notas de manzana, pera y limón, logrando así un armonioso y equilibrado bouquet.

La región del Prosecco DOC es más extensa que la anterior, produce diferentes notas florales y afrutadas, que varían en función de las características del suelo, generalmente son menos intensas y persistentes en comparación al Prosecco DOCG.

El Prosecco puede ser Spumante o Frizzante dependiendo de la intensidad de su burbuja:

Prosecco Spumante, es el más conocido y el más habitual de los Proseccos, tiene una burbuja fina y persistente. En función del contenido de azúcar, puede ser Brut, Extra Seco o Seco. El Prosecco Frizzante tiene una burbuja más delicada y menos persistente.